Si estás necesitando descansar, si te cuesta conciliar el sueño o no dormís bien, el Yoga Facial puede ayudarte a lograr un descanso reparador y, así también, nutrir y armonizar la energía de los riñones. La instructora de Yoga Facial, Carolina Winograd, nos lo explica.
Según la Medicina Tradicional China, el invierno está regido por el elemento agua: la sustancia más nutritiva y esencial para la vida. Dentro de nuestro cuerpo, este elemento almacena gran parte de nuestras reservas de energía. De allí que el descanso es crucial en el invierno. En esta época del año, el exceso de trabajo y la falta de sueño agotan fácilmente todos los órganos y vísceras relacionados con el elemento agua, especialmente la energía de nuestros riñones.
“Los antiguos chinos creían que los seres humanos debían vivir en armonía con los ciclos naturales de su entorno. El frío y la oscuridad del invierno nos instan a reducir la velocidad. Esta es la época del año para reflexionar sobre nuestra salud, y reponer o conservar nuestra energía”, dice Carolina Winograd, instructora de Yoga Facial y fundadora de Kaliope Glow, @kaliope.glow
La energía del invierno es profunda y potente. Es un tiempo Yin (frío, quieto), profundamente nutritivo que, si sabemos aprovecharlo, nos permitirá luego llegar a la primavera renovados.De modo que, mientras en la naturaleza predomina la quietud, la conservación y cierta retracción energética, nosotros debemos procurar un descanso diario reparador para fortalecer especialmente el sistema de órganos del elemento agua: riñones y vejiga.
Y para eso, la instructora nos comparte una mini rutina de Yoga Facial, simple y potente, que ayudará a calmar el sistema nervioso, a la relajación y a conciliar un sueño reparador.
Mini-rutina de yoga facial para conciliar el sueño
“Recostate. Empezá a calmar el ritmo de tu respiración. Que sea cada vez más profundo, tranquilo, calmo. Empezá a soltar todas las preocupaciones del día. Sentite a salvo en tu cuerpo, “habitate” con comodidad”, dice Carolina Winograd.
Primera Postura:
1. Con los hombros bajos, colocá la palma de una mano en la frente y presioná hacia abajo. Tu dedo meñique y parte de la palma tienen que cubrir tus cejas y el entrecejo. Asegurate de que no quede espacio libre entre los dedos.
2. Comenzá a presionar tu frente con la mano y empújala hacia arriba. Cierra los ojos y comienza a presionar el músculo de la frente hacia abajo.
3. Tenés que sentir dos fuerzas trabajando: una presionando hacia abajo (tu frente) y otra presionando hacia adentro y hacia arriba (tu mano).
4. Mantené la postura por 30 segundos y desarmala suavemente.
Segunda Postura
1. Con los hombros bajos, colocá los extremos de cada una de las palmas de tu mano un poco más abajo, sobre y por encima de las cejas.
2. Cubrí con los dedos la parte superior de la frente y el cráneo como si los abrazaras.
3. Asegurate que tus palmas no se toquen. El espacio que existe entre las cejas tiene que permanecer abierto.
4. Presioná con tus palmas los músculos hacia adentro, luego empujá hacia arriba y hacia afuera para que tus cejas se eleven y se tonifique el entrecejo.
5. Como resistencia opuesta, intentá juntar las cejas y llevar la frente hacia abajo.
6. En todo momento, el cuello y los hombros tienen que estar relajados. Respirá profundamente siempre por la nariz.
Mantené la postura por 30 segundos, y desarmala suavemente.
Tercera Postura
1. Con hombros bajos, colocá los extremos de las palmas de las manos sobre las sienes (músculos temporales).
2. Abrazá la cabeza con los dedos.
3. Los extremos de las palmas tienen que cubrir los extremos de las cejas.
4. Presioná los músculos temporales primero con las palmas de las manos y luego presioná diagonalmente hacia atrás y hacia arriba (esto creará la apariencia de ‘ojos de gato’ y levantará la cara).
5. Ahora cierra los ojos intensamente para crear y sentir la resistencia opuesta, y lleva la mirada hacia arriba.
6. Tu cuello, hombros y otros músculos faciales deben estar relajados mientras respiras profundamente por la nariz.
Mantené la postura por 30 segundos y desarmala suavemente. Repetí esta secuencia (las 3 posturas) 2 veces más.
“Según la Medicina Tradicional China, la causa del envejecimiento prematuro es el desgaste de la energía de nuestros riñones. Los riñones representan el núcleo de nuestra existencia y su energía se conoce como fuerza vital. Una energía renal fuerte significa longevidad, salud, y juventud”, sostiene Winograd y agrega: “por eso, sumá a tu noche esta mini rutina de Yoga Facial, ¡mejorá tu descanso y revitalizate mientras dormís!”.
