Según ha contado el productor de la franquicia Basil Iwanyk, Reeves pareció llegar a su límite durante la producción del ‘Capítulo 4’, llegando a pedir al equipo responsable que su personaje muriese de forma definitiva al final de la película para poder tomarse un merecido descanso. Eso sí, tratándose de Baba Yaga, sólo se le pudo asegurar un 90% de probabilidad de que la aparente muerte de ‘Wick’ fuese irreversible.
Así lo explicó el propio Iwanyk en una entrevista con el medio Collider.
“Después de la segunda, la tercera y la cuarta película, rodarlas es agotador y destruye a Keanu, física y emocionalmente. Al final, siempre está en plan, ‘No puedo hacer esto de nuevo’, y estamos de acuerdo con él. El tío es solo una sombra de sí mismo porque se entrega por completo. Él decía, ‘Quiero que me maten de manera definitiva al final de esta película’. Nosotros estábamos como, ‘Sabes, dejaremos abierta la posibilidad un 10%'”.
A pesar de que buena parte del equipo involucrado en la saga necesitase desconectar de la Alta Mesa y su exigente universo de asesinos, el vínculo entre los responsables técnicos y creativos hizo que fuesen reacios a pisar el freno por miedo a perderse una nueva entrega. Por el momento, Iwanyk ha confesado que están esperando a que Reeves y Stahelski hagan su magia para volver a ponerse manos a la obra.
“Todos nos hemos convertido en muy buenos amigos y nos queremos tanto, y estamos tan emocionados por el éxito de estas películas, tanto crítica como comercialmente, que todos pensamos, ‘Bien, ¿cómo volvemos a reunir a la banda, una buena historia que merezca la pena en la próxima evolución de John?’ En este punto, es Keanu y Chad [Stahelski] reuniéndose para descubrir cuál es esa historia. Son como Paul McCartney y John Lennon, y yo soy Ringo. Me llamarán y me dirán, ‘Estamos llegando. Aquí es donde apareces tú, y aquí está nuestra historia'”.
Fuente: Espinof
