En las vísperas de que se cumplan dos años de la tragedia se realizaron los alegatos de clausura y se espera el veredicto del jurado popular.
Este jueves por la mañana comenzaron los alegatos de clausura en el juicio por la tragedia de Fontana que tiene como imputado a Aldo Romero, el conductor de la camioneta que mató a Tiziano y Roberto Ramírez, abuelo y nieto el pasado 14 de julio del 2021. El mismo está imputado por homicidio con dolo eventua.
Durante la jornada hablaron las distintas partes y para cerrar le dieron la palabra al acusado, Aldo Romero, quien brindó unas breves definiciones. El mismo se encontraba de forma virtual mediante una video llamada.
“Ya había manifestado el dolor que siento por los familiares, estuve totalmente inconsciente”, comienza Romero su declaración.
Asimismo, sobre el día en el que sucedió el hecho manifiesta que si estaba consciente “cómo no voy a esquivar el primer vehículo que tengo adelante”. Afirmó también que en ese momento “estuvo perdido” y agregó: “Una persona consciente no puede hacer lo que hice”.
Por otro lado, volvió a reafirmar su inocencia y recalcó que “sería incapaz de hacer algo así”. “Soy papá de chicos también y le comprendo a la familia, me considero inocente con un gran dolor por supuesto de lo que paso”, cerró Romero.
LA PALABRA DE LA FISCALÍA
Tanto la Fiscalía como la querella buscan desacreditar su justificación ante una conducción que califican de “imprudente”.
El fiscal requirente, Roberto Villalba, fue el primero en tomar la palabra durante los alegatos de clausura y señaló que Romero “se encontraba en pleno uso de sus facultades” al momento de conducir la camioneta.
También mencionó que el primer policía en intervenir observó la rotura del puente en avenida 25 de Mayo al 3900 y a tres personas “desparramadas al costado; un mayor en estado inconsciente, un niño de 5 años decapitado y otro niño de cuatro años que estaba llorando y estaba siendo atendido -creen- por su madre”. Dicho policía, de apellido Borda, dialogó con Aldo Romero quien estaba “shockeado pero consciente” y que logró que le diga sus datos personales. “Este no es un dato menor, esto significa que una persona que puede acabadamente brindar estos datos está en su sano juicio”, consideró el integrante del Ministerio Público Fiscal.
“Venía de Fontana a Resistencia. La rueda izquierda subió sobre el carril central de dicha avenida para posteriormente direccionar y tomar una inusitada velocidad que lo llevó hacia la vereda, recorriendo de la vereda hacia el puentecito, aproximadamente 10 a 15 metros, subiendo primero con la rueda derecha, posteriormente la rueda izquierda, según los relatos del perito, siguiendo ese vehículo descontrolado a impactar contra tres pilares de hormigón para luego embestir a estas tres personas”, continuó Villalba.
El fiscal indicó que se logró probar, con los registros de Telecom, que a las 19.48 minutos -Romero- realizó una llamada a su esposa y que duró unos 24 segundos. “Resulta que a las 19.49, ya el vehículo seguía en marcha y el seguía hablando cuatro segundos después. Esto implica que no es que cuando él puso en marcha el vehículo ya no se acuerda más nada”, indicó el fiscal.
“Esta fiscalía dice que el señor Romero al conducir de esa manera, al conducir a excesiva velocidad en un lugar donde el tránsito es intenso y fluido, mucha gente, él se representó la posibilidad de que con esa acción podía causar la muerte de una persona o podía causar un daño en la salud de las personas y fue indiferente. Fue indiferente a si el resultado se producía o no, por eso es dolo eventual. Fue más allá de los límites de la imprudencia”, concluyó.
LA QUERELLA
En su turno, el abogado querellante Mario Argarate insistió en lo que mencionó en su alegato de apertura: “Romero usó su camioneta como un arma”. El letrado también negó que el imputado se haya descompensado mientras conducía y recordó las declaraciones de un testigo y tres médicos.
Argarate describió distintas maniobras de Romero previo a la tragedia, a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad, y con ello intentó demostrar que todas las acciones que llevó adelante con su camioneta dejan expuesto que estaba lúcido.
LA DEFENSA
Finalmente fue el turno de Ricardo Osuna, abogado del imputado, quien está en la escena judicial por ser el abogado defensor de Emerenciano y César Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. “Se ha forzado la calificación legal que pide la querella y el Ministerio Público Fiscal. Acá se habló desde el primer momento de un accidente de tránsito y fíjense que quien debía estar en este momento en la acusación era el doctor – Sergio- Cáceres Olivera quien había sido seleccionado…”, decía Osuna cuando el fiscal pidió objeción al considerar que lo que decía era impertinente. La jueza técnica Cristina Pisarello dio lugar y el defensor tuvo que cambiar de eje.