Plan de 4 pasos para iniciarte en el deporte y generar un hábito establecido

Recuperar el hábito de ejercitarse después de un tiempo sin hacerlo puede parecer costoso. Con esta guía podrás encontrar el ejercicio ideal para ti y adoptar el hábito en tu vida.

 

Algunas no aguantamos andar mucho sin perder el aliento, las escaleras de cualquier edificio se nos hacen eternas o comenzamos a sentir un ligero dolor en las articulaciones a causa del sobrepeso.

1.PUNTO DE PARTIDA
Antes de empezar determina tu condición física según los siguientes factores:

-Ejercicio adecuado: no es lo mismo ganar peso que perderlo o estar en el peso ideal.

-Constitución Física: La atlética requerirá poco tiempo para unos resultados visibles, la delgada una actividad más concentrada, ejercicios lentos y con una dieta para ganar peso y si hay tendencia a acumular grasa se precisan ejercicios dinámicos y una dieta baja en grasas, hidratos de carbono y azúcares.

-Metabolismo: Comer una ensalada de remolacha y calcular el tiempo que se tarda en tener las evacuaciones de color morado ofrece algunas pistas.Un metabolismo normal tarda un día. Si tarda menos tiene un metabolismo rápido y te recomendamos ejercicios que aumenten la concentración. Si tarda más, lo tiene lento y necesitarás ejercicios dinámicos que quemen más grasas.

-Dolores Físicos: Merman la capacidad de movimiento y pueden deberse a patologías que es mejor curar antes de comenzar el ejercicio. Conviene consultar a un fisioterapeuta o mejor a un médico.

-Actividad Diaria: ¿Estás sentado, caminas o conduces mucho? ¿Subes y bajas escaleras?

-Edad y cambios Hormonales: Durante el crecimiento no conviene el trabajo extremo con pesas. En época de plenitud, si estamos sanos, se puede actuar solo teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores. Ante el declive hormonal (menopausia o andropausia) toma precauciones y no te ejercites exhaustivamente. En la primera senectud (hacia los 60 años) se deben seguir clases para personas de esta edad.

-Tiempo de inactividad: será relevante qué tipo de ejercicios realizabas cuando hacías deporte.

-Análisis: Si te decides por un gimnasio antes de comenzar le realizarán un análisis general para crear un programa a tu medida o dirigirte a las disciplinas más adecuadas. Si no, conviene pedirlo al médico.

2. EMPIEZA CON PEQUEÑOS CAMBIOS
Opta por subir las escaleras y al hacerlo lleva el coxis hacia el interior de los muslos y no hacia fuera. Al mismo tiempo pon la fuerza del vientre en dirección a la columna vertebral e imagina que la columna vertebral se proyecta hacia el cielo.

Al sentarte no te dejes caer: hay que doblar las piernas, poner la fuerza del vientre hacia la columna, inclinar el tronco en línea recta formando un ángulo agudo con los muslos e imaginar un hilo que va desde la columna al cielo. Al levantarte, debes realizar el mismo movimiento al revés.

Hay que buscar un día a la semana y una hora al día para hacer deporte. Normalmente es mejor a primera hora de la mañana o a última de la tarde, depende del horario laboral.

Hacer ejercicio de una manera periódica facilita la asimilación de los ejercicios, su efectividad y la disminución del estrés. NO es aconsejable hacer deporte durante las dos horas después de comer y es mejor olvidarse del deporte tras tomar alcohol, psicofármacos (tranquilizantes) o analgésicos.

3. ELIGE UN DEPORTE ADECUADO

Preferir hacer deporte solo o acompañado no sólo cambiará el lugar, sino el tipo de ejercicio.

Para estar solo es mejor correr o andar por el bosque o nadar en la piscina. Si te gusta la compañía existen multitud de juegos, clases y deportes en grupo.

Habrá que optar por hacer deporte en un recinto cerrado o al aire libre. En el primer caso lo mejor es un gimnasio que equilibre espacios divertidos con otros en los que haya más paz y tranquilidad. En el segundo, puedes empezar andando por los parques o los alrededores de donde vives. Siempre es mejor elegir un lugar que nos quede cercano.

4. TRATA BIEN A TU CUERPO

El ejercicio es el camino para estimular estas funciones físicas y psíquicas. Y, así, mejorar la relación con el entorno y la calidad de vida.

El cuerpo es un ser vivo que evoluciona con nosotros, pero tiene su velocidad: no sólo tiene sus razones, sino su tiempo y su ritmo. Conviene acoplarse a él para que el ejercicio sea una cosa divertida y no otra obligación más que cause estrés o incluso dolor.

Nota Completa: CuerpoMente

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